¿Pagar por una verificación en Twitter? /Kidfluencers: ningún juego de niños - Publicación #17
El costo de estar verificado en Twitter. Un nuevo cambio en las normas de integridad electoral de YouTube. El nuevo negocio de Mr. Beast. TikToK atrapado por la política.
En este correo quincenal le botamos corriente a la forma en la que las plataformas nos impactan.
Las reglas del juego 🗳️
Un día después de las elecciones presidenciales en Brasil, atravesadas por fuertes campañas de desinformación, YouTube modificó sus normas de integridad electoral para prohibir el contenido que afirme fraude o fallas graves en las elecciones de este año en ese país.
Jair Bolsonaro, el actual presidente de Brasil, no ha concedido todavía la victoria a su rival, Luiz Inácio Lula da Silva. De mantener esa actitud, es posible que pronto se ponga a prueba esta nueva regla de YouTube.
El negocio, socio 🤑
¿Pagar por una placa de verificación en Twitter?
Esta es la última propuesta de Elon Musk, el nuevo dueño de Twitter, quien está buscando alternativas de ingreso para la compañía que compró por 44.000 millones de dólares a finales de octubre. Musk ha planteado la discusión en un término de lucha de clases: según él, las placas de verificación –los chulos azules que aparecen junto a los nombres de usuarios de agencias estatales, marcas y celebridades– han creado un sistema de siervos y amos en la plataforma. Con su propuesta, cualquier persona podría tener su cuenta verificada a cambio de 8 dólares mensuales, un valor que se ajustaría según el país.
Actualmente las placas de verificación sirven para garantizar la autenticidad de una cuenta, lo que es especialmente relevante cuando se trata de medios de comunicación, periodistas o políticos. Como lo señaló la periodista Adi Robertson, este propósito juega un papel fundamental en la construcción de confianza dentro de la plataforma. Sin embargo, la propuesta de Musk, con la cual cualquier persona que pague la suscripción podrá tener una cuenta verificada, puede minar esa confianza y, a la larga, afectar el valor de la compañía.
El youtuber de los mil millones de dólares
Mr. Beast, el quinto mayor youtuber del mundo, ha creado un imperio a raíz de su canal en la plataforma, donde cuenta con cerca de 110 millones de seguidores. Esa vitrina ha sido el punto de partida para la diversificación de sus negocios, que incluyen una cadena de hamburguesas y una compañía de snacks. Ahora, el youtuber de 24 años está haciendo una ronda de inversión en la que pretende levantar 150 millones de dólares, valorando su empresa en 1.500 millones.
La campaña de financiamiento, con la que Mr. Beast busca expandir su portafolio, muestra el potencial de los creadores de contenido como actores pesados en el mercado. Aunque muchos han considerado que Mr. Beast está sobrevalorado, lo cierto es que el año pasado tuvo ganancias por 54 millones de dólares, una cifra muy superior a las de algunas empresas con valoraciones similares a la suya, lo que lo sitúa en una posición de ventaja al momento de conseguir inversionistas.
TikTok atrapado por la política
Con ocasión de las elecciones de medio mandato en Estados Unidos, TikTok se ha visto cada vez más involucrado en la difusión de información política. La plataforma, que hace tres años adoptó normas estrictas para la publicidad política, ha buscado mantenerse al margen de los asuntos electorales. Sin embargo, su popularidad ha llevado a convertirse en un espacio indispensable para las campañas.
En esta ocasión, más del 30% de los candidatos que aspiran a llegar al Congreso tienen una cuenta de TikTok, aunque su contenido sigue pareciendo más un experimento que una estrategia de promoción. Esta llegada anticipa el papel que la plataforma tendrá en las elecciones presidenciales de 2024.
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Los 'kidfluencers': ningún juego de niños — www.circuito.digital
“Así es como camina un hombre”, dijo un niño colombiano antes de hacerse viral en redes. El caso niño, que hoy tiene 5 millones de seguidores, ilustra los riesgos a los que están expuestos los kidfluencers: la constante exposición, la presión por generar ingresos y la relación problemática con los productos que promueven.